Proyecto Telemaco

El viaje del motovelero Telémaco es, tal vez, el más famoso de los viajes que, clandestinamente, hubo en la década de los 40 y 50 del siglo XX de Canarias a América. En gran medida, esto es debido a la composición poética que realizó uno de los pasajeros, Manuel Navarro Rolo, narrando en 50 décimas la odisea que vivieron.

Toda la travesía estuvo llena de peligros y peripecias memorables, pero un episodio muy poco conocido y fascinante es el que acontece al llegar a la isla de Martinica. Efectivamente, nuestros héroes a la fuerza, estaban tan maltrechos después de perder agua y alimentos en las tormentas que no pueden llegar directamente a Venezuela y tienen que pedir auxilio en Martinica. Allí sienten que “vuelven a la vida” y una cascada de emociones y sucesos llenan su estancia en la isla, ya que es la población negra y pobre de Martinica, quien ayuda y acoge desinteresadamente  a los emigrantes canarios, salvándoles la vida. En las entrevistas realizadas a los supervivientes, muchos recordaban aquel suceso con emoción y enorme agradecimiento.

Esta historia conlleva un mensaje que no puede ser pasado por alto, en el preocupante contexto actual –crisis humanitaria en Oriente Medio, refugiados y refugiadas que viajan a Europa desesperadamente, o emigración clandestina que lucha por llegar desde África al sur de Europa-. 

El proyecto trabaja la educación basada en valores, de manera cooperativa y en equipo, ahondando en la interculturalidad y conexión con otros pueblos y culturas. Además de tener el respaldo de años de trabajos realizados por Puente Humano, donde, desde el año 2006, se han ido estableciéndo puentes culturales y humanos entre Canarias, Senegal o Sáhara, por citar algunas ejemplos.


Una de nuestras líneas de trabajo y, más concretamente, la que sostiene y alimenta  este proyecto, puede ser resumida en la siguiente idea: “un mundo intercultural es posible y necesario”, a través del teatro, el arte, la música, la literatura y la historia. 

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